Durante los últimos días volvió a hablarse de educación y de su importancia en los medios de comunicación. El caso de la chica asesinada en
Junín por una patota de compañeras a la salida del colegio, el caso de la “escuela túnel”
en La Plata, la necesidad o no de una ley “para el bullying”, las aulas
container, el problema de las drogas, la gente que desea el regreso del servicio militar obligatorio, los “ni-ni”
y, seguramente, algún tema más que se me escapó.
El asunto es que los
titulares que deambulan por las portadas de los diarios y los programas de televisión,
para los trabajadores de la educación, son más que temas esporádicos. Se habla de inseguridad multiplicada, de sociedad violenta, de
linchamientos, de desprecio y maltrato hacia discapacitados, de acoso. Todo eso
que está afuera de las escuelas, también está adentro. Y es adentro donde estamos los
docentes, metidos en las aulas con los alumnos, como nos pidieron durante la
huelga de este año cuando prometieron ocuparse prontamente de resolver problemas
planteados.
¿Cuáles serían los puntos más urgentes a tratar para que
el panorama educativo mejorara? Me pareció importante que no fueran los periodistas, columnistas, panelistas o candidatos los únicos que pudieran difundir sus propuestas. Hice esta pregunta a decenas de profesores de
escuelas públicas de la provincia de Buenos Aires y más o menos, estuvimos de
acuerdo en que serían los siguientes:
1)
Solucionar el problema de la infraestructura. En
mi nota anterior, escribí sobre la importancia de las aulas dignas y su impacto
sobre el proceso de enseñanza- aprendizaje. El caso de la escuela túnel de La
Plata es extremo, pero no aislado. Todas las escuelas tienen problemas con sus edificios: o bien se
quedaron pequeñas para la cantidad de alumnos que poseen (porque funcionan en
edificios que eran escuelas primarias, por ejemplo, y no hay aulas suficientes,
hecho que produce que se dé clase en comedores, gimnasios, aulas improvisadas
con durlock, etc), o tienen problemas con el mantenimiento del edificio y sus
instalaciones, en mayor o menor grado.
2)
Solucionar el problema salarial docente, que
está lejos de estar resuelto por la última paritaria. Dejemos de lado el tema
de “trabajan 4 horas”, por favor, ya quedó suficientemente aclarado que no es así. Me voy a referir a los profesores para ejemplificar la idea, porque en el
imaginario colectivo no están sentados tranquilamente tomando tecitos mientras
dictan clase en una escuela bonita cercana a su domicilio. Los profesores trabajamos
en muchas escuelas, a veces en los tres turnos, para poder reunir un salario.
Si los famosos 20 módulos permitieran vivir dignamente a un docente, éste
podría tener 200 alumnos y no quichicientos. Y podría trabajar mejor, dedicarse
personalizadamente a los alumnos, preparar concienzudamente sus clases. Y la lista de “mejoras” que traería esta
mejora sería tan larga que no alcanzaría mi texto… impactaría en absolutamente
todo, cambiaría la concepción que la sociedad tiene del docente y más jóvenes
considerarían dedicarse a esta profesión imprescindible.
3)
Solucionar el tema de la atención médica de los
docentes. Si existiera un lugar en donde
el docente pudiera atender su salud, con especialistas de todas las áreas,
equipamiento moderno, tecnología, y todo lo necesario… se terminarían dos
problemas. Uno: todos los dolores de cabeza y trastornos que pasamos con IOMA. Dos: se terminaría con el tema de las licencias falsas, que tanto daño hacen
a las escuelas y nos estigmatizan a todos los docentes, acusados de vagos y
corruptos por las famosas “suplencias de suplencias de suplencias”.
4)
Y por último, un tema importantísimo que espero
poder explicar claramente. La escuela es inclusiva: se ha conseguido un adelanto inmenso
en ese aspecto y hay una generación de chicos estudiando que son hijos de
padres que no pudieron acceder a la educación formal. El logro abarca todos los ámbitos: la primaria, la secundaria y la universidad. Los docentes sabemos eso y todos estamos
felices con lo que se ha logrado. Pero
(sí, hay un tremendo “pero”, lean atentamente que no quiero que me malinterpreten) los docentes no podemos solos, ante una avalancha
de “casos que contener”, “problemas a solucionar” o como quieran
eufemísticamente denominar. Es necesario
que nos ayuden, que haya gabinetes en todas las escuelas, con más carga horaria
y más profesionales. Necesitamos psicopedagogas/os, asistentes sociales, psicólogas/os y más bibliotecarios y preceptores. Sería grandioso
que existiera el cargo de “Coordinador del Consejo de Convivencia”, con el
turno entero en una misma escuela y sueldo, para encargarse desde el encuadre
de este nuevo paradigma de lo que antes denominábamos “disciplina”. Los docentes
no podemos hacer todo. Y como en el punto anterior, se podría hacer una larga
lista de las cosas que mejorarían si ingresara en cada escuela un refuerzo de
profesionales para ayudar en la tarea: los docentes podríamos delegar todos
esos “extras” que estamos haciendo más mal que bien y podríamos dedicarnos exclusivamente a
dar clase. Que sería lo que corresponde, creo, porque a esta altura de
tergiversación de las funciones de la escuela, no sé si se considera así. Mejoraría
la calidad educativa, inmediatamente. Mejoraría
todo.
Escribo estas propuestas en una columna de
opinión, en democracia. Los invito, estimados lectores, a expresar en los
comentarios los puntos que consideran que olvidé, los que modificarían entre
los que escribí, los que les parece que
expliqué deficientemente. Somos nosotros, como sociedad entera, los que
lograremos que la situación actual cambie. Paremos
de insultarnos y descalificarnos, propongamos ideas, continuemos el debate, que
de nosotros depende el futuro de nuestros jóvenes, que en definitiva, es El Futuro.
este texto puede leerse en: http://opinion.infobae.com/graciela-adriana-lara/2014/05/02/cuatro-propuestas-para-mejorar-la-educacion-publica-bonaerense/
este texto puede leerse en: http://opinion.infobae.com/graciela-adriana-lara/2014/05/02/cuatro-propuestas-para-mejorar-la-educacion-publica-bonaerense/
Estimada amiga:
ResponderEliminarComo la invitación está abierta quiero aportar un par de ideas.
Acá en nuestro país, hace muchos años que se viene conversando el tema, practicamente los 20 años de retorno de la democracia; cada uno hace un aporte económico para el tema, desgraciadamente , los resultados son muy limitados.
Acá no tenemos parte de vuestros problemas de infraestructura, los tuvimos hace 40 años atrás, se usaron buses como salas, pero hoy hasta la escuela más apartada tiene conexión Internet entre otras cosas.
Tampoco tenemos el problema de falta de especialistas, ya que hay muchos colegios con sicólogos , sicopedagogos, fonoaudiólogos, etc, por lo menos existen en los colegios del estado m{as vulnerables.
El tema de los sueldos, sin ser un prob superado, no es dramático, vá de los $ 500 a $ 1.800 $ US para un maestro con más 40 años de servicio.
A pesar de todo lo anterior, las cosas no van bien; algo que no ví en tu exposición es el rol familiar, creo que aquí tenemos un problema grande, no sacamos nada con todos nuestros especialistas, si no hay un verdadero compromiso familiar, en nuestros colegios se reproduce todo lo que tu enuncias, el colegio es como una caja de resonancia de la sociedad que está afuera.
Nuestro nuevo gobierno promete una reforma educativa, retornando parte del las escuelas municipales al estado, esto es importante, más no sé, cuanto aporte al problema.
Como si lo anterior no fuese bastante, en la Educ Superior tenemos un quilombo, como Uds lo llaman, enorme, ya que la dictadura fomentó la creación de Universidades privadas, lo anterior permitió que se crearan muchas casas de estudio, con programas básicos, que lo único que les importa es el lucro, por lo tanto allí llegan miles de jóvenes de clase media, que sus padres se endeudan con la esperanza de tener un hijo profesional, se promete educación gratis, como la tiene tu país, pero para esto se requiere una reforma tributaria, en esa etapa estamos ahora.
Como podrás apreciar , cada país es una realidad distinta, pero la realidad nos golpea con la misma violencia en ambos países, un saludo para todos los docentes argentinos a través de esta columna.